viernes, 12 de abril de 2013

Consejos para la seguridad de las redes sociales



El Día de la Protección de Datos es una jornada impulsada por las instituciones de la Unión Europea, que tiene como objetivo concienciar a los ciudadanos sobre sus derechos y responsabilidades en materia de protección de datos, más ahora con el auge de las redes sociales, que hacen que ejercer ese derecho sea más difícil de gestionar. Estos son los trece consejos sugeridos por el Consejo General de Colegios de Ingeniería en Informática:

1.    Es recomendable actualizar  periódicamente el software del antivirus y de seguridad.

2.    No descargar programas o ficheros ejecutables susceptibles de contener malware.

3.    El intercambio y la entrega de datos personales y bancarios debe realizarse en webs con protocolos seguros. Nunca hay que proporcionar información privada, ni claves de acceso en portales sospechosos. También es conveniente tener especial cuidado con avisos de sorteos o promociones comerciales.

4.    En cuanto a las contraseñas, es más seguro no utilizar una única clave personal para los distintos servicios y cuentas de acceso. Las contraseñas más seguras son aquellas que combinan mayúsculas, minúsculas, números y otros qasímbolos permitidos.

5.    Para los dispositivos de conexión Wi-Fi, hay que prestar especial atención las redes abiertas, donde la información va sin protección y puede ser interceptada y utilizada con fines no autorizados.

6.    Ojo a los buscadores que usan políticas de publicidad para localizar información. 
Seguridad


7.    Cookies, es aconsejable borrar con regularidad los archivos temporales de Internet, así como el historial de navegación, especialmente si se utiliza un ordenador al que acceden otras personas.

8.    Eliminar directamente los mensajes de spam y desactivar la opción de que se envíe acuse de recibo al remitente de los correos automáticamente.

9.    A la hora de enviar emails masivos, utilizar la opción de CCO (‘Con Copia Oculta’), o si se prefiere elaborar listas de distribución.

10.    Asegurarnos de que en las redes sociales la seguridad de la información privada publicada en estos portales está garantizada.

11.    Tener especial cuidado a la hora de publicar fotos de terceros.

12.    Antes de instalar una webcam, asegurarse de que la captación es lo menos intrusiva posible.

13.    Educar y concienciar a los niños en uso seguro de las redes sociales y acompañar a los más pequeños cuando naveguen por Internet.


lunes, 1 de abril de 2013

La Economia De Los Incas

Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Introducción:
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política.  Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas.  En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población.  Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizado.

Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno.  La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo.  Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios.  Por esto, las primeras ciudades se organizaron alrededor del centro ceremonial o templo.  Los templos eran edificios que tenían funciones religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos.

A la llegada de los españoles, las únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.

La mayoría de los pobladores de América vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.  Muchos de estos pueblos eran nómadas y prácticamente no existía la división del trabajo.  Estaban distribuidos a lo largo de todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego. 

La organización jerárquica de la sociedad.  Las sociedades azteca e inca fueron sociedades urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el 3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte alcanzó una elaborada complejidad.
Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los Pucarás de Tilcara en la provincia de Jujuy (Argentina), fueron construídos de piedras y tenían una función militar, formaban parte de la red del Camino del Inca en territorios calchaquí y diaguitas. La red del Camino del Inca abarcaba unos 40.000 km. de largo. A través de él se logró unir a mas de cien poblaciones difundiendo sus creencias, religión y lengua (quechua)
Los Incas:

Machu Pichu y el Cuzco:
El Cuzco ocupa un valle situado a 3.400 metros sobre el nivel del mar.  Se atribuye al Inca Pachacutti (1438-1471) la reconstrucción del Cuzco como una ciudad monumental En ella se instalaron grandes almacenes de granos, barrios, un complejo sistema de riego y depósitos de todo tipo.  Los templos y los pucarás  (construcciones militares) ocuparon un lugar preponderante en la ciudad. La construcción de Machu Pichu fue un claro ejemplo de ello. Fue construida en el Cuzco a alturas casi inaccesibles, con fines religiosos y militares. 

Segú n la leyenda fueron cuatro hermanos los fundadores de la familia Inca. A Manco Capac considerado como héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca. A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.
 

Los incas constituyeron un poderoso imperio que logró la expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su viaje hacia lo desconocido. Abarcó desde las sierras  de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o gobernadores de provincia. 

Organización económica y grupos sociales

La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico.  La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa.  Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos.  En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego.  En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas.  Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat. En la sociedad incaica se podían diferenciar varios grupos sociales.
La nobleza real incaica estaba formada por los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios. Controlaban el Estado y vivían de los tributos que entregaban los campesinos.  A este grupo social pertenecía el Inca. Los curacas, o nobles de provincia, eran los nobles que gobernaban a los campesinos organizados en comunidades (ayllus).  Su instrucción se realizaba en el Cuzco.  Eran los responsables de recibir los tributos de los ayllus, que luego entregaban al Estado incaico. 

El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio.  El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia.  Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes.  Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad.  El ayllu debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas. 

En las laderas de la sierras, el cultivo en terrazas permitió un mejor aprovechamiento de la tierra fértil y facilitó el riego. Como técnica de labranza el palo cavador y una maza de cabeza de piedra, no conocían la rueda. 

La cría de llamas y de alpacas fue una actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se usaban como animales de trabajo. La llama aunque no soporta más de 45 Kg. de peso soporta las grandes alturas. 

Entre los incas las tierras se dividían en tres zonas: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las familias campesinas, la del Inca que mantenían al Inca , a los sacerdotes y el ejército, y las del Sol, con las que se mantenía el culto a los dioses. Los campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas. 

El Estado Incaico

 El Estado incaico fue teocrático porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más importante.  Un consejo de nobles y sacerdotes, llamados orejones y pertenecientes a la familia real, asesoraba al Inca en las tareas de gobierno. 

La gran expansión del imperio fue posible por la cuidada organización de la fuerza militar.  Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos.  La existencia de tambos o postas a lo largo de esos caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas.

Todos los pueblos que pertenecían al imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción característica de cada zona.  

Además, la población estaba obligada a realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los sacerdotes.  Por esto, personas y productos recorrían también permanentemente el Camino del Inca. 

Redistribución y reciprocidad


La sociedad incaica funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.

La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la región andina.

Consistía en la práctica entre todos los miembros de una comunidad.  Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados.  Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

La redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad.  Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.  Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los administradores del Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con tiras de cuero en las que se realizaban nudos.  De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos.  Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.  También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

 

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:

1.     Trabajos colectivos en las tierras del Inca

2.     Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema se construían puentes y caminos.

3.     Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos manufacturados.

 

La Economia De Los Incas

Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Introducción:
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política.  Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas.  En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población.  Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizado.

Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno.  La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo.  Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios.  Por esto, las primeras ciudades se organizaron alrededor del centro ceremonial o templo.  Los templos eran edificios que tenían funciones religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos.

A la llegada de los españoles, las únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.

La mayoría de los pobladores de América vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.  Muchos de estos pueblos eran nómadas y prácticamente no existía la división del trabajo.  Estaban distribuidos a lo largo de todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego. 

La organización jerárquica de la sociedad.  Las sociedades azteca e inca fueron sociedades urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el 3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte alcanzó una elaborada complejidad.
Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los Pucarás de Tilcara en la provincia de Jujuy (Argentina), fueron construídos de piedras y tenían una función militar, formaban parte de la red del Camino del Inca en territorios calchaquí y diaguitas. La red del Camino del Inca abarcaba unos 40.000 km. de largo. A través de él se logró unir a mas de cien poblaciones difundiendo sus creencias, religión y lengua (quechua)
Los Incas:

Machu Pichu y el Cuzco:
El Cuzco ocupa un valle situado a 3.400 metros sobre el nivel del mar.  Se atribuye al Inca Pachacutti (1438-1471) la reconstrucción del Cuzco como una ciudad monumental En ella se instalaron grandes almacenes de granos, barrios, un complejo sistema de riego y depósitos de todo tipo.  Los templos y los pucarás  (construcciones militares) ocuparon un lugar preponderante en la ciudad. La construcción de Machu Pichu fue un claro ejemplo de ello. Fue construida en el Cuzco a alturas casi inaccesibles, con fines religiosos y militares. 

Segú n la leyenda fueron cuatro hermanos los fundadores de la familia Inca. A Manco Capac considerado como héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca. A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.
 

Los incas constituyeron un poderoso imperio que logró la expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su viaje hacia lo desconocido. Abarcó desde las sierras  de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o gobernadores de provincia. 

Organización económica y grupos sociales

La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico.  La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa.  Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos.  En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego.  En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas.  Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat. En la sociedad incaica se podían diferenciar varios grupos sociales.
La nobleza real incaica estaba formada por los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios. Controlaban el Estado y vivían de los tributos que entregaban los campesinos.  A este grupo social pertenecía el Inca. Los curacas, o nobles de provincia, eran los nobles que gobernaban a los campesinos organizados en comunidades (ayllus).  Su instrucción se realizaba en el Cuzco.  Eran los responsables de recibir los tributos de los ayllus, que luego entregaban al Estado incaico. 

El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio.  El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia.  Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes.  Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad.  El ayllu debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas. 

En las laderas de la sierras, el cultivo en terrazas permitió un mejor aprovechamiento de la tierra fértil y facilitó el riego. Como técnica de labranza el palo cavador y una maza de cabeza de piedra, no conocían la rueda. 

La cría de llamas y de alpacas fue una actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se usaban como animales de trabajo. La llama aunque no soporta más de 45 Kg. de peso soporta las grandes alturas. 

Entre los incas las tierras se dividían en tres zonas: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las familias campesinas, la del Inca que mantenían al Inca , a los sacerdotes y el ejército, y las del Sol, con las que se mantenía el culto a los dioses. Los campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas. 

El Estado Incaico

 El Estado incaico fue teocrático porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más importante.  Un consejo de nobles y sacerdotes, llamados orejones y pertenecientes a la familia real, asesoraba al Inca en las tareas de gobierno. 

La gran expansión del imperio fue posible por la cuidada organización de la fuerza militar.  Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos.  La existencia de tambos o postas a lo largo de esos caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas.

Todos los pueblos que pertenecían al imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción característica de cada zona.  

Además, la población estaba obligada a realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los sacerdotes.  Por esto, personas y productos recorrían también permanentemente el Camino del Inca. 

Redistribución y reciprocidad


La sociedad incaica funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.

La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la región andina.

Consistía en la práctica entre todos los miembros de una comunidad.  Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados.  Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

La redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad.  Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.  Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los administradores del Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con tiras de cuero en las que se realizaban nudos.  De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos.  Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.  También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

 

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:

1.     Trabajos colectivos en las tierras del Inca

2.     Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema se construían puentes y caminos.

3.     Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos manufacturados.

 

La Economia De Los Incas

Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Introducción:
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política.  Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas.  En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población.  Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizado.

Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno.  La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo.  Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios.  Por esto, las primeras ciudades se organizaron alrededor del centro ceremonial o templo.  Los templos eran edificios que tenían funciones religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos.

A la llegada de los españoles, las únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.

La mayoría de los pobladores de América vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.  Muchos de estos pueblos eran nómadas y prácticamente no existía la división del trabajo.  Estaban distribuidos a lo largo de todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego. 

La organización jerárquica de la sociedad.  Las sociedades azteca e inca fueron sociedades urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el 3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte alcanzó una elaborada complejidad.
Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los Pucarás de Tilcara en la provincia de Jujuy (Argentina), fueron construídos de piedras y tenían una función militar, formaban parte de la red del Camino del Inca en territorios calchaquí y diaguitas. La red del Camino del Inca abarcaba unos 40.000 km. de largo. A través de él se logró unir a mas de cien poblaciones difundiendo sus creencias, religión y lengua (quechua)
Los Incas:

Machu Pichu y el Cuzco:
El Cuzco ocupa un valle situado a 3.400 metros sobre el nivel del mar.  Se atribuye al Inca Pachacutti (1438-1471) la reconstrucción del Cuzco como una ciudad monumental En ella se instalaron grandes almacenes de granos, barrios, un complejo sistema de riego y depósitos de todo tipo.  Los templos y los pucarás  (construcciones militares) ocuparon un lugar preponderante en la ciudad. La construcción de Machu Pichu fue un claro ejemplo de ello. Fue construida en el Cuzco a alturas casi inaccesibles, con fines religiosos y militares. 

Segú n la leyenda fueron cuatro hermanos los fundadores de la familia Inca. A Manco Capac considerado como héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca. A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.
 

Los incas constituyeron un poderoso imperio que logró la expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su viaje hacia lo desconocido. Abarcó desde las sierras  de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o gobernadores de provincia. 

Organización económica y grupos sociales

La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico.  La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa.  Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos.  En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego.  En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas.  Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat. En la sociedad incaica se podían diferenciar varios grupos sociales.
La nobleza real incaica estaba formada por los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios. Controlaban el Estado y vivían de los tributos que entregaban los campesinos.  A este grupo social pertenecía el Inca. Los curacas, o nobles de provincia, eran los nobles que gobernaban a los campesinos organizados en comunidades (ayllus).  Su instrucción se realizaba en el Cuzco.  Eran los responsables de recibir los tributos de los ayllus, que luego entregaban al Estado incaico. 

El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio.  El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia.  Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes.  Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad.  El ayllu debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas. 

En las laderas de la sierras, el cultivo en terrazas permitió un mejor aprovechamiento de la tierra fértil y facilitó el riego. Como técnica de labranza el palo cavador y una maza de cabeza de piedra, no conocían la rueda. 

La cría de llamas y de alpacas fue una actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se usaban como animales de trabajo. La llama aunque no soporta más de 45 Kg. de peso soporta las grandes alturas. 

Entre los incas las tierras se dividían en tres zonas: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las familias campesinas, la del Inca que mantenían al Inca , a los sacerdotes y el ejército, y las del Sol, con las que se mantenía el culto a los dioses. Los campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas. 

El Estado Incaico

 El Estado incaico fue teocrático porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más importante.  Un consejo de nobles y sacerdotes, llamados orejones y pertenecientes a la familia real, asesoraba al Inca en las tareas de gobierno. 

La gran expansión del imperio fue posible por la cuidada organización de la fuerza militar.  Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos.  La existencia de tambos o postas a lo largo de esos caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas.

Todos los pueblos que pertenecían al imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción característica de cada zona.  

Además, la población estaba obligada a realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los sacerdotes.  Por esto, personas y productos recorrían también permanentemente el Camino del Inca. 

Redistribución y reciprocidad


La sociedad incaica funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.

La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la región andina.

Consistía en la práctica entre todos los miembros de una comunidad.  Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados.  Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

La redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad.  Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.  Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los administradores del Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con tiras de cuero en las que se realizaban nudos.  De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos.  Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.  También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

 

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:

1.     Trabajos colectivos en las tierras del Inca

2.     Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema se construían puentes y caminos.

3.     Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos manufacturados.